
¿De qué años hablamos de nuestros primeros recuerdos?, la verdad es que no tengo ni idea, pero lo que sí sé es que esos recuerdos van unidos a los sugus, concretamente a una caja verde y beis que estaba en el mueble del cuarto de estar de mis abuelos, en la puerta de abajo a la izquierda. No podría ni acercarme al número de veces que la abrimos y cerramos, soy incapaz de decir una cantidad porque creo que cualquiera me quedaría corta. Mis hermanos y yo lo primero que hacíamos al llegar era abrir esa puerta y a su vez la cajita y, por arte de magia, siempre estaba llena de sugus, al principio de todos los colores, después los azules y los rojos empezaban a desaparecer para dar paso a un tono amarillo-naranja. Estos últimos, de naranja y de limón, al final se quedaban solos. La sorpresa nos la llevábamos cuando la siguiente vez volvíamos corriendo a casa de mis abuelos, a la puerta del cuarto de estar, a la tapa de la caja verde y beis y otra vez estaba llena de sugus de todos los colores y sabores.